Poco a poco, pero con paso firme, Barcelona trabaja con la ambición de convertirse en una ciudad más igualitaria y feminista. El Ayuntamiento ha hecho balance esta mañana de su estrategia contra la feminización de la pobreza y la precariedad. Tras seis años en marcha y a poco más de uno para llegar a su fin, 138.600 mujeres se han beneficiado de ayudas y programas impulsados para reducir su situación de desigualdad. Con una inversión de 36 millones hasta ahora, la iniciativa ha abordado las problemáticas en el ámbito laboral, la conciliación personal y familiar o las dificultades en el acceso a la vivienda.

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